© FEI | 20/09/2023 | Andry Molina, usuario del Programa Integrado de Empleo, en su puesto de trabajo

'Ahora me diferencio, tengo una formación. Estoy muy agradecido'

Andry Molina, usuario del Programa Integrado de Empleo cuenta las barreras que superó y su proceso dentro del itinerario, ¡hasta conseguir un empleo! 

Andry Molina (33 años) vino a Vigo desde Venezuela, y aunque allí también había trabajado en el ámbito de la carnicería, no tenía formación profesional.

Cuando llegó hasta la Fundación Érguete-Integración, entidad que conoció por intermediación de su madre, él estaba insatisfecho consigo mismo: “Estaba insatisfecho porque no conseguía un oficio. Y yo me exigía tener un oficio para por lo menos empezar a ser alguien en la vida”, cuenta Andry.

Una vez dentro del Programa Integrado de Empleo coordinado por EAPN Galicia, comenzó a formarse: “Gracias a Dios caí en buenas manos y Érguete me ayudó a desempeñarme en el área de frescos”, dice.

“En primer lugar hice un curso de administración comercial. Me gustó pero me di cuenta de que no era lo mío y Fátima, la responsable del programa en la Fundación, estudió mi perfil y gracias a ella empecé mi recorrido en frescos… Las prácticas fueron muy buenas y me fui inclinando más hacia la carnicería”, narra.

La búsqueda de empleo le resultó sencilla pero, su proceso estuvo condicionado por un gran imprevisto. “También gracias a Fátima, que fue el enlace con una ITT, conseguí una entrevista por una oferta laboral en la Carnicería Sanjurjo. Me iban a contratar y justo en ese momento me negaron el asilo”, comenta.

¿Cómo pudo resolverlo?

Andry nos lo explica emocionado: “Este fue un proceso desestabilizante porque no me lo esperaba. Fátima también me puso en contacto con Acción Laboral, con SOS Racismo… Allí me ayudaron a apelar y poder permanecer aquí en España. Conseguí activar mi permiso de trabajo, mi NIE, mi seguridad social… En un mes y medio conseguí resolver mi situación. Tan pronto se activó todo, volví a esa empresa porque me estuvieron esperando. Fue maravilloso. Desde ese momento estoy trabajando y sigo muy contento”.

Sin cesar nos expresa su entusiasmo porque estar trabajando en un oficio que le gusta y en el que se desenvuelve bien: “Sigo aprendiendo y formándome porque todos los días se aprende algo. Además el mundo de la carnicería es muy amplio. Y eso no se aprende de la noche a la mañana. Pero doy gracias porque sin Érguete no estaría trabajando y tampoco tendría un oficio. Ahora me diferencio, tengo una formación. Estoy muy agradecido”, concluye Andry.

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