La Fundación Érguete-Integración hace un llamamiento a la sociedad en general para “poner el foco” en la realidad de las mujeres con adicciones y dejar a un lado los estigmas y prejuicios que recaen sobre ellas.

Así lo manifiestan desde la entidad coincidiendo con la semana en la que se conmemora el Día Internacional de la Mujer, que se celebra cada 8 de marzo con el objetivo de eliminar toda forma de discriminación hacia las mujeres, promover su empoderamiento y conseguir su plena participación en la sociedad.

Con esta acción, la Fundación Érguete-Integración se suma a la campaña que UNAD, la Red de Atención a las Adicciones de la que forma parte, puso en marcha hoy bajo el lema “No te pierdas. Pon el foco”, con el objetivo de concienciar y sensibilizar sobre la marginación y estigmatización con las que viven las mujeres con adicciones.

En este sentido, la Red de Atención a las Adicciones, basándose en estudios propios y de organismos oficiales, señala que las mujeres con adicciones viven una doble penalización social por el mero hecho de ser mujer y consumir, penalización que, además, aumenta con la edad. Del mismo modo, el estigma, la culpa y el miedo que sufre este grupo de la población debido a los mandatos de género imperantes en la sociedad, dificultan la petición de ayuda profesional. De hecho, según los datos del Perfil de las adicciones, en el último año se atendieron en la red UNAD a un total de 47.033 personas con drogodependencias y otras adicciones, de las que solo el 25% eran mujeres. Así mismo, ellas tardan, de media, 10 años más que los hombres en pedir ayuda y llegar a los recursos y, además, lo hacen en peores condiciones físicas y psicológicas. A esto se añade la masculinización de la mayoría de los recursos de atención a las adicciones, que no cuentan con perspectiva de género, lo que no solo limita el acceso de las mujeres, sino también su mantenimiento en estos, dado que, en demasiadas ocasiones, no reciben una adecuada respuesta terapéutica a su problemática.

Por otro lado, cabe destacar que más del 60% de las mujeres drogodependientes sufrieron violencia sexual por parte de los hombres durante su período de consumo, así como abusos sexuales durante su infancia y adolescencia. Esto agrava aún más su situación, en parte porque no existen recursos específicos para atender ambas problemáticas e, incluso si tienen un consumo activo, su entrada está limitada.

MUJERES EN SITUACIÓN DE SINHOGARISMO
La Fundación Érguete-Integración atiende a diario a mujeres con drogadicción que presentan otra problemática añadida: viven en situación de calle.

Las mujeres sin hogar se encuentran aún más expuestas y son más vulnerables a sufrir violencia sexual y delitos de odio. Según el INE, el 24,2% de las mujeres en situación de calle fueron víctimas de agresiones sexuales. Así mismo, los datos del Observatorio HATEnto muestran que el 60% de las mujeres en situación de sinhogarismo sufrió algún delito de odio a causa de la aporofobia, frente al 44,1% de los hombres.

Vivir en la calle es incompatible con el derecho a la seguridad y a la dignidad. Las mujeres en situación de sinhogarismo sufren insultos y discriminación, violencia física, sexual y asesinatos. Aunque sabemos que los hogares pueden ser una cárcel para las mujeres que sufren violencia, la calle no debe y no puede ser la solución. La situación de sinhogarismo es una negación grave de un derecho básico; no puede ser una salida para nadie y, mucho menos, para situaciones de violencia ejercida hacia las mujeres.

MÁS MEDIOS Y PERSPECTIVA DE GÉNERO
“Todo esto hace aún más invisibles a las mujeres con adicciones”, lamentan desde la red, reclamando una atención específica y estrategias integrales para facilitar la accesibilidad a los servicios y adaptar los diferentes programas a sus necesidades reales.

Por último, las entidades que conforman UNAD insisten en la importancia de contar con recursos económicos y materiales, así como con profesionales con la preparación específica para ofrecer una atención con perspectiva de género y lograr así la continuidad de los tratamientos. En este punto, cabe destacar que desde la Fundación Érguete-Integración se trabaja ya en esta línea como uno de los ejes transversales de las acciones a realizar, estableciendo la búsqueda de una igualdad real entre mujeres y hombres como valor fundamental de la propia entidad.