Cookies

Noticias 

Las mujeres afganas y el futuro incierto

Las flagelaciones y ejecuciones, incluso la lapidación por adulterio, eran prácticas habituales en las plazas y estadios de las ciudades

18/08/2021

Aisha Khurram (22 anos) es representante de la juventud afgana ante la ONU y estudiante de la Universidad de Kabul. El pasado domingo por la mañana, Aisha, quien debía graduarse en pocos meses, y sus compañeras, no pudieron volver a entrar en el campus y su futuro es incierto. Esto es debido a que los talibán regresaron 20 años después para tomar el poder total en Afganistán, donde se llevó a cabo la proclamación islámica de fe en una plaza central de Kabul y en el palacio presidencial.


Durante 1996 y 2001, los talibanes en el gobierno impusieron una visión "ultraortodoxa de la ley islámica" que impedía a las mujeres estudiar o trabajar, salir de sus hogares si no eran acompañadas por un miembro masculino de su familia y las obligó a llevar el burca (velo integral) en público. Las flagelaciones y ejecuciones, incluso la lapidación por adulterio, eran prácticas habituales en las plazas y estadios de las ciudades.


Los talibanes afirmaron en varias ocasiones que respetarían los derechos humanos si regresaban al poder en Afganistán, enfatizando en los de las mujeres, pero de acuerdo con los “valores islámicos”.


Las afganas, sin embargo, miran con desconfianza esas promesas, sobre todo aquellas mujeres que durante dos décadas pudieron ir a la universidad, ocuparon cargos de responsabilidad, sobre todo en política, en el periodismo e, incluso, en el Poder Judicial y las fuerzas de seguridad.

Archivada en:
Qué hacemos > Programas | Proyectos | Servicios Actuales > IGUALDAD > Mujeres con historia