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© bcn.cat | 23/04/2019 | Retrato de Lee Miller
Lee Miller, musa del surrealismo y fotógrafa de guerra
23/04/2019
El 23 de abril de 1907 nacía en el estado de Nueva York la que estaba llamada a pasar a la historia como una de las mayores fotógrafas y uno de los principales símbolos femeninos del siglo XX.
Lee Miller fue una modelo y fotógrafa surrealista y de guerra a la que el gusto por el arte fotográfico le venía de familia, pues su padre era un fotógrafo aficionado. Pronto la hija comenzará una intensa relación con el objetivo de la cámara, tanto delante como detrás.
Miller fue descubierta con 19 años como modelo paseando por las calles y comenzó una exitosa carrera en el mundo de la moda.
En 1926 viajó a París para estudiar, como siempre había soñado, pero tuvo que regresar por la delicada situación que vivía Europa en este período. Sin embargo, pronto vuelve a la capital francesa para trabajar con los principales fotógrafos de moda del momento. Allí conocerá al destacado artista modernista Man Ray, del que se convertirá en su ayudante y con el que iniciará una relación personal que le permitirá conocer a personas muy destacadas de la vida cultural del momento, como Picasso.
Decide instalar en París un estudio dentro de la escuela surrealista, pero en el año 33 vuelve a Nueva York y pone un estudio junto a su hermano, especializado en los retratos y que la llevarán a realizar varias muestras en la ciudad con sus obras.
Pero lo suyo no era permanecer en un único lugar. En 1934 se casa y vuelve a marchar, en esta ocasión a Egipto, aunque con su pareja vivirá viajando por diferentes lugares.
Fotógrafa de retratos, de moda, surrealista y de guerra
Lee Miller destacó por su capacidad para adaptarse a diferentes estilos y tipos de fotografía, siempre creando obras que destacan por su gran calidad y variedad. No era mujer de encasillarse, limitarse a un solo estilo o profesión, ni de etiquetas. Es por eso que no lo dudó, y cuando va a Inglaterra en 1939 para trabajar para Vogue se dedicará no solo al mundo de la moda, sino también a documentar el estallido de la Segunda Guerra Mundial. En el año 41 viajará, junto al fotógrafo de la revista Life David Sherman, retratando y escribiendo sobre las consecuencias del conflicto por diferentes enclaves.
Será un viaje en el que verá los peores horrores de la guerra, lugares de batallas, campos de concentración, hospitales... Su obra contribuirá a documentar la dureza de esta guerra y sus obras pasan la historia como el reflejo de algo que no debería de repetirse.
Tras finalizar la guerra se funda la mítica Agencia de fotografía Magnum, y ella será una de las primeras personas en ser miembro de la misma.
A finales de la década de los 40 casa con el artista Roland Penrose y por su casa de campo inglesa pasarán algunos de los más grandes artistas vivos el momento. Y aunque participa en la biografía, por ejemplo, de Picasso, ella decide dejar la fotografía, de la que incluso en los últimos años de vida casi reniega.
A pesar de esto, dejó a la historia más de 40.000 archivos que conforman un registro de lo sucedido en la primera mitad de siglo, destacando su fotografía de retratos, surrealista y de guerra, que la convirtió en una de las más reconocidas fotógrafas de la historia. Y cada día su obra es más reconocida, realizándose muestras de la misma en ciudades de todo el mundo, pasando a la historia la fotografía de ella en la bañera del apartamento de Hitler como símbolo de la victoria aliada.
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