© Marta Jara (El Diario.es), licencia Creative Commons | 25/04/2022 | Silvia Federici, filósofa e historiadora

Silvia Federici, una pensadora imprescindible

La historiadora que visibilizo la relevancia de la persecución de “las brujas”

Este mes de abril nos centremos en la figura de la filósofa e historiadora italiana, Silvia Federici, pues esta activista feminista nació el 24 de abril de 1942 en Parma.

Actualmente afincada en Estados Unidos, donde es profesora emérita de la Universidad de Hofstra de Nueva York, en la cual ejerció entre 1987 y 2005. Creció en Italia, pero en 1967 se marchó a Estados Unidos para realizar su tesis doctoral, quedando en este país, a excepción de una etapa en los años ochenta que vivió en Nigeria, dando clase en la Universidad de Port Harcourt.

En sus investigaciones reivindica que el trabajo reproductivo y de cuidados que hacen gratis las mujeres es la base sobre la que se sostiene el capitalismo. En los años setenta fue una de las impulsoras de las campañas que comenzaron a reivindicar un salario para el trabajo doméstico realizado por las mujeres sin ninguna retribución ni reconocimiento como demanda de la economía feminista .

Autora de numerosos ensayos en torno a los movimientos anticoloniales y gran defensora de los “bienes comunes”, que contrarrestarían el avance imparable del capitalismo en su intento de apropiación y mercantilización no sólo del cuerpo de la mujer, también del conocimiento, de la tierra, del agua y el aire.

Su obra más famosa es Calibán y la bruja: la mujer, el cuerpo y la acumulación originaria, donde la historiadora feminista detalla la relación entre los juicios de brujas europeas de los siglos XVI y XVII y el ascenso del capitalismo, destacando la relación continua entre la opresión y la acumulación en el desarrollo capitalista.

El paso entre el feudalismo y lo que hoy llamamos capitalismo no se produjeron sin el recurso a la violencia extrema. Una de sus caracterizaciones fue la caza de “brujas”. Federici no sólo desentraña uno de los episodios más inefables de la historia moderna, sino el corazón de una poderosa dinámica de expropiación social dirigida sobre el cuerpo, los saberes y la reproducción de las mujeres.

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